domingo, 16 de agosto de 2020

Atletismo: Un sueño olímpico que nació en Federal

Esteban Ortiz volvió a recuperar el deseo de llegar lejos en el lanzamiento de la jabalina. Divide su tiempo entre su peluquería y el atletismo. 
PUBLICACIÓN DE DIARIO UNO DE ENTRE RÍOS

09:28 hs - Domingo 16 de Agosto de 2020
Después de lograr buenas marcas en su juventud, donde salió dos veces campeón entrerriano, Esteban Ortiz debió dejar de lado su sueño de llegar lejos con el lanzamiento de la jabalina. Muchos le vieron condiciones, pero por cuestiones de estudios se alejó del atletismo. El oriundo de Colonia San Lorenzo, en el Departamento Federal, se trasladó hasta Paraná para aprender peluquería y luego de recibirse volvió al norte entrerriano para instalar su propio negocio. Así, entre corte y corte, un día comenzó a sentir la necesidad de recuperar su pasión por el deporte que lo atrapó desde muy chico.
En sus momentos libres empezó a entrenar nuevamente y a lanzar una rústica jabalina, que lejos está de ser las que usan los profesionales. Sus deseos de aprender y mejorar su técnica lo motivaron a tomar coraje para escribirle vía WhatsApp a Gustavo Osorio, el entrenador olímpico y formador de Braian Toledo, el gran atleta argentino que falleció de manera trágica en febrero de este año.
“Cuando me contestó me quedé sin palabras. Para mí es un privilegio, es algo inexplicable, porque jamás pensé tenerlo como mi profesor. Es una locura, es un profesional con todas las letras y lo que me está ayudando para perfeccionarme es algo mágico”, sostuvo el joven de 23 años en el diálogo que mantuvo con Ovación.
El federalense contó con lujo de detalles cómo surgió la idea de contactarlo: “En enero de este año me invadieron las ganas de volver a entrenar. Lo seguía en Instagram a Braian (Toledo) y se me dio por buscar entre sus contactos a su profesor. Allí encontró el número de teléfono de Gustavo (Osorio) y le escribí, le conté mi historia con la esperan za de que algún día me contestara. Lo hizo y me felicitó porque le había escrito. Me pidió que le pase un video y un audio contándole mi historia. Al poco tiempo me contestó y me dijo que tenía muchas condiciones y un brazo muy rápido por naturaleza. Me corrigió muchas cosas. Después pasaron dos o tres meses y le pasé otro video entrenando en el campo donde intenté mejorar todo lo que me dijo. Su respuesta fue que había mejorado mucho y me volvió a dar indicaciones. Un domingo a la noche sonó mi teléfono y era él. Me dijo que quería entrenarme, porque tenía capacidad y que si me ponía las pilas la cosa iba en serio porque era entrenar en el alto rendimiento. Primero me quedé sin palabras y luego le dije que sí. Así que ya llevamos cuatro meses juntos y es una experiencia única. Todavía no caigo de que lo tenga de entrenador”, afirmó.
La pandemia por el coronavirus frenó todas las actividades atléticas, pero entre los objetivos de Esteban y su preparador está el poder competir antes de fin de año. “Hace tres semanas arrancamos el trabajo profesional, por así llamarlo, después de pulir algunos detalles. Teníamos un montón de objetivos, pero lamentablemente no se pudo dar. Igual me dijo que en diciembre puede haber un par de competencias y nos estamos preparando para eso. Voy a representar a Entre Ríos porque estoy inscripto en la Federación”, contó.
Los días del federalense se dividen entre su peluquería y su entrenamiento: “Desde las 8 hasta las 12 trabajo en la barbería y después del mediodía entreno todos los días. Lo hago alrededor de tres horas diarias, pero si fuera por mí lo haría todo el día para poder perfeccionarme. Igual sé que no puedo descuidar mi trabajo porque de ahí sale el dinero para las cosas que tengo que comprar para practicar. En mi patio hago la parte física y el trabajo de lanzamiento lo entreno en un descampado grande que hay cerca de casa, o voy a la cancha de Ateneo de Federal donde mi otro entrenador (Esteban Verón) es el vicepresidente”.
Esteban está a tiempo de poder llegar lo más lejos posible. Su gran sueño es poder llegar a un Juego Olímpico, pero primero debe quemar etapas. “Hablamos de eso con Gustavo, porque un lanzador de jabalina es completo a nivel físico, mental y técnico recién a partir de los 26 o 27 años. Empecé a los 16 y luego dejé, ahora volví con 23 y eso está bueno según lo que me dijo él. Porque no tuve un desgaste grande en el brazo y de esa forma se lo puede trabajar más al máximo”, manifestó con toda la ilusión de poder progresar y algún día cumplir su máxima aspiración.
“Lo más groso para mí sería llegar a un Juego Olímpico. Hay que soñar en grande, siempre lo digo. Disfruto lo que hago y me gusta mucho. La verdad es que me costó llegar hasta acá. Me perdí un poco en el camino por razones de estudio, pero creo que todo se da por algo en la vida. Si se dio ahora, bienvenido sea. Que Gustavo se haya fijado es todauna señal”, finalizó el oriundo de Federal

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